Apocalipsis 21:8.
Necesitamos que Dios intervenga, Dios tiene que meter su mano en todas las situaciones que están viviendo las familias de la tierra y los verdaderos hijos de Dios debemos ser esforzados y valientes, es un tiempo en el cual las tinieblas se han levantado sobre la tierra, pero sobre nosotros amanecerá Jehová, Isaías 60:1-2, y Dios derramará una unción especial en medio de Su iglesia, tenemos que levantarnos, dejar la trivialidad espiritual, la cobardía y pelear la buena batalla contra todos los enemigos que se han levantado contra nuestras vidas, familia y descendencia.
Estamos en los tiempos del cumplimiento de La Palabra de Dios, por lo tanto la creación anhela ardientemente hombres y mujeres esforzados y valientes que se levanten, que manifiesten el poder y la gloria de Dios, está escrito en Romanos 8:19 “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios” y en Romanos 8:21 “Porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios”.
Esta es la razón por la que necesitamos cambiar nuestros conceptos, DIOS necesita gente que se entregue a El totalmente, “Santidad a Jehová”, poniendo la fe como base solida y Su palabra como fundamento esencial para nuestras vidas, porque solo los valientes arrebatan el reino de los cielos, pero a los cobardes Dios los compara como pecadores; Proverbios 29:25 dice: “El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el SEÑOR estará seguro”.
El adjetivo cobarde se aplica a aquel que carece de valentía para realizar una acción de riesgo o para enfrentar una situación que supone un desafío complejo o que acarrea algún tipo de peligro, una persona cobarde es aquella que es temerosa de enfrentarse a alguien o a algo, de tomar una decisión por si mismo, es alguien que se escuda detrás de otros, acusa a otros sin que aquel este presente, se avergüenza de que lo descubran y no asume su responsabilidad. El pecado de la cobardía hace a las personas temerosas, desconfiadas e inseguras y muchas veces incapaces de tomar decisiones, ya que postergan las decisiones de forma infinita.
El problema radica en que si no tomamos decisiones certeras vamos a seguir permitiendo que la maldad, la iniquidad y el pecado se introduzca en nuestras vidas, familia y descendencia y esto trae como consecuencia la destrucción, en el libro de Isaías 59:1-2 y 8-11; el Señor habla de una manera clara acerca de como la iniquidad tuerce el derecho y la injusticia asesta contra nuestra vida, familia y descendencia; escuche estamos en “tiempo de cambios”, tiempo de la justicia de los cielos; tiempo de ajustes; por lo tanto alineemos nuestro destino divino al propósito de Dios. Para poder estar alineados con Dios, debemos tener Su mismo sentir… el mismo pensamiento, el mismo sentimiento y actuar en obediencia a lo que Dios nos manda.
Eso no es fácil, pues en nuestra humanidad buscamos hacer nuestra propia voluntad, escuche, todo nuestro ser espíritu, alma y cuerpo deben empezar a alinearse con Dios para que podamos ser personas congruentes en cuanto a lo que pensamos, sentimos y hacemos, por lo tanto Alinearse con Dios es hacer Su voluntad, en el momento, y en el lugar que Él indica y esto se llama obediencia y de esta manera agradamos a Dios trayendo bendición a nuestra vida, casa, hogar y descendencia.
Estar alineado con Dios significa seguir Su Ley, porque hay muchos cristianos que hablan y viven como si no tuvieran Ley; cristianos que quieren vivir según su propia sabiduría y en sus propios pensamientos, sueños y planes. Confunden vivir bajo la gracia de Dios, con el libertinaje y el desenfreno, con vidas sin compromiso con Dios y en total irresponsabilidad con respecto a Su reino.
¡Hay tanta confusión y liviandad en nuestros días! Hay cristianos que ponen tanto énfasis en la gracia, que se han vuelto una desgracia; porque lo que predican y viven es una gracia barata, una gracia sin verdadero amor y pasión por la presencia del Señor; una gracia sin compromiso ni obediencia a la voluntad del Señor; una gracia que no sirve, ni es útil a los propósitos y planes de Dios, es una gracia que adormece conciencias, pero no transforma corazones.
Esto es lo que significa ser Cobardes:
Quiero terminar con la historia de un rey que hizo lo recto ante los ojos de Elohim, pero en algún momento de su vida descubrió todos sus tesoros a Babilonia… 1 Reyes 20…
2 Timoteo 1:7