Muchas veces, menospreciamos a los jóvenes por su falta de experiencia, conocimiento o habilidad. Sin embargo, es impresionante lo que Dios puede hacer en y a través de la vida de uno de ellos que dispone su corazón para Dios. Inspírate con la historia de Timoteo. Podría ser tu historia o la de uno de tus hijos.