A lo largo de los 66 libros de la Biblia, hay muchos ejemplos de hombres que oraron, que clamaron, y muchas de esas oraciones fueron retrasadas, o directamente denegadas por Dios. Sin embargo, no hay un solo ejemplo de una mujer que haya orado alguna vez y no haya recibido la atención del Señor. La primera parte de un mensaje extraordinario para celebrar a las mujeres y el manto especial que las unge, que les da una autoridad única para defender a sus hijos, su casa y su familia.
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