INTRODUCCION
La vida está llena de momentos en los cuales sentimos enojo, tristeza, desesperanza, angustia, temores, miedo, dudas, aflicción etc. Debemos entender que la dinámica de la vida es así. Algunos momentos estaremos bien y en otros no tan bien, algunos momentos serán de enojo otros de paz, unos de tristeza otros de alegría, algunos de llanto, otros de risa, unos de salud, otros de enfermedad, algunas veces ganaremos y otras perderemos, en unos momentos celebraremos la vida y en otros la muerte y así sucesivamente. (Esto se hace evidente aún más en estos tiempos)
Desafortunadamente nos han inculcado erróneamente que en la vida solo nos debería pasar cosas buenas todo el tiempo, estamos contentos solo si nos va bien o cuando las cosas se dan como esperamos. Pienso que si asumiéramos que los momentos difíciles van a llegar siempre y que hacen parte normal de la vida, nuestras reacciones ante ellos, serían muy distintas.
En medio de las circunstancias adversas el ser humano asume diferentes actitudes y dependiendo de ellas puede hacer más fácil o más difícil superar estas circunstancias. La diferencia entre las personas que superan las adversidades y las que no, no está en la clase de adversidad que viven sino en la forma como las personas responde a ellas.
Cuando el pueblo de Israel se encontraba en el desierto y era dirigido por Moisés, enfrentó distintas situaciones que les hicieron sentir toda clase de emociones y sentimientos negativos. Veamos lo que dice la palabra de Dios en Éxodo 17: 1-7
17:1 Y toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, al mandamiento de Jehová, y asentaron el campo en Rephidim: y no había agua para que el pueblo bebiese. 17:2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis á Jehová? 17:3 Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, y a nuestros hijos y a nuestros ganados? 17:4 Entonces clamó Moisés á Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? de aquí a un poco me apedrearán.
17:5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara, con que heriste el río, y ve: 17:6 He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. 17:7 Y llamó el nombre de aquel lugar Massah y Meribah, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron á Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?