La humanidad tiene un instinto de procreación muy arraigado en sus genes.
Los pueblos, razas y naciones naturalmente siguen un instinto de
multiplicación y de supervivencia que les ha llevado cada vez más a buscar
nuevos espacios donde asentarse llevando esto a límites imparables y la vez
incontrolables
Lo que hoy parece una buena comunidad puede encontrarse en unos años
como un lugar no deseable.
La exploración de la tierra y sus recursos naturales ya no tiene límites y cada
vez más vamos haciendo del hermoso planeta azul un lugar más y más tóxico
e inhabitable.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los
cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Génesis 1:28
Este texto a simple vista parece muy fácil de entender, pero es necesario
darle un poco de mente y atención para entender cuál es el diseño de Dios
con respecto al crecimiento.
“CRECIMIENTO”...EL DISEÑO DE DIOS.