Proverbios 6:31.
El mundo espiritual está plagado de enemigos que intentan impedir que el propósito que Dios tiene para mi vida, mi hogar y mi descendencia se cumpla; el enemigo constantemente anda como león rugiente buscando a quién devorar, por tal razón tenemos que prepararnos para derribar todo argumento y toda altivez que se levante contra el conocimiento de Dios y recuperar todo lo que el enemigo nos ha robado.
Levanta tu mano al cielo y levanta oración diciendo “Por tanto toda conspiración contra mi será derribada en el nombre de Jesús y lo que está escrito en Hebreos 12:24 “La Sangre de Jesus que fue derramada en la cruz del calvario habla mejor que la de Abel a mi favor, porque yo he sido comprado y lavado con la Sangre Preciosa de Jesús”.
Quiero preguntar: ¿Cuantos han perdido algo en sus vidas; cuantos han perdido hasta sus propias vidas, cuantos han sido robados, cuantos han sido llenos de injusticias de gente mala, mala, mala; la Biblia muestra que hay gente mala y gente mala, mala; pero esta vez hablo de gente mala, mala, mal, cuantos han perdido sus hogares, sus familias y hasta sus descendientes, a cuantos les han arrebatado la prosperidad y la bendición?, entonces tienes que escuchar con atención:
Hemos sorprendido al enemigo con las manos en la masa que nos ha robado, nos ha matado y nos ha destruido y hoy es el día en el cual vamos a demandar restitución porque conocemos nuestros derechos y lo que nos pertenece, hoy vamos a vencer al enemigo en juicio y lo vamos a desalojar porque él fue vencido por Cristo en el madero, y además está escrito en proverbios 6:31, “Pero si es sorprendido, pagará siete veces”.
Es necessario saber:
El justo no puede ser tratado como el impío; “Destruirás también al justo con el impío?” Génesis 18:23, Malaquías 3:15-18: Sabemos que Dios no hace acepción de personas, quiere que todos procedan al arrepentimiento. No hace distinción de raza, color, sexo o nacionalidad. En Cristo no hay hombre o mujer, judío o griego. La salvación es para todos por cuanto Dios amó al mundo de tal manera, que dio a su hijo unigénito para que todos los que crean en él tengan vida eterna. En Cristo, todos somos uno, sin embargo, hay una diferencia que Dios sí reconoce: la que hay entre el justo y el malo, por lo tanto Dios va a extender la mano de misericordia por Su inmenso amor por mi, el nos va a salvar de las “traiciones y trampas” del enemigo, Él hace justicia cuando presento mi caso donde yo demando a mi enemigo para que me restituya.
En Lucas 18:1-8 habla de historia de la viuda que conocía sus derechos, demandaba restitución, compensación e indemnización… versos 7 y 8: “Oíd lo que dijo el juez injusto: ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo de Hombre ¿hallará fe en la tierra?.
Lo que sea que el enemigo te ha robado, debes presentar tu caso delante del Señor y demandar compensación e indemnización, Dios va a hacer justicia para mi, el tiempo del dolor y de la opresión tiene fecha de vencimiento.
En Juan 12:31 habla de la notificación “Ahora es el juicio de este mundo (Satanás); ahora el príncipe de este mundo será echado fuera”, por lo tanto al príncipe de este mundo le demando, me devuelva lo que me ha quitado, lo echo fuera de mi vida, mi hogar y mi descendencia de todas las áreas que ha estado estorbando en mi territorio, fuera de mi familia, mi hogar, mi salud, mis finanzas, mi ministerio, y en este momento bajo la autoridad que me ha sido otorgada y conforme al pacto eterno de la Sangre de Jesús basado en Hebreos 12:24 “a Jesús el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”, por lo tanto “Quita de inmediato tus manos de mi vida, mi hogar y mi descendencia y has de pagar 7 veces lo que me has robado así como está escrito en Proverbios 6:31, porque te hemos sorprendido con las manos en la masa; esta sentencia queda sellada en la tierra como en los cielos, en el nombre de Jesús.