Deuteronomio 28:23; Levítico 26:19-20.
Hoy es un buen día para romper los cielos de bronce de tal manera que Dios derrame sobre nuestras vidas la lluvia de bendición: temprana y tardía. Romper los cielos significa romper el poder de toda fuerza espiritual que se opone a la bendición, esta fuerza espiritual se denomina “maldición”, que impide que la gracia de Dios se manifieste con todo su esplendor y plenitud en nuestra vida y que las bendiciones puedan llegar a nosotros, recuerde que la maldición nunca llegara sin causa: Proverbios 26:2.
Romper la tierra de hierro, tierra contaminada por nosotros, por nuestros pecados, maldades e iniquidades que hemos introducido y la tierra se convirtió en tierra de hierro que no produce nada, solo sequedad, ruina, desolación; es tan dura, que hay dolor, amargura; nuestra tierra debe producir mosto (alegría y gozo), trigo (pan, alimento no solo físico sino espiritual), aceite (la unción del Espíritu Santo).
Veamos algunas de las causas:
Cuando decimos que queremos romper los cielos de bronce y taladrar la tierra de hierro, significa reconocer que hay una situación espiritual con problemas serios que afecta no solamente nuestra propia vida sino también nuestros descendientes. Romper los cielos de bronce y taladrar la tierra de hierro es declarar libertad para nosotros y para nuestros descendientes, romper las causas y dejar atrás las consecuencias y que el Señor nos de la oportunidad de limpiar y colocar en orden todas las áreas de nuestra vida con el fin de comenzar de nuevo.