El bueno de Gonzalo Rivas está que no para. La semana pasada ya amenazaba con romper un matrimonio, algo que al final no se ha producido por una sencilla y simple razón: ¡Porque no había matrimonio que romper!
Sandra, la concursante de esta semana, se tira a los brazos de nuestro seductor rondeño y le deja claro que el matrimonio aúno estaba consumado dejando vía libre a nuestro galán melenudo que ya corre raudo y presto a montarse en Los Amarillos, aún pendiente de que le manden la dirección por Whatsapp.