1 Corintios 2:10.
Todos los que estamos aquí tenemos historias que contar, el problema es que muchas de esas historias están muy guardadas dentro de nuestros corazones, pero yo te quiero dar un consejo no como pastor sino como amigo, no ocultes tus historias, tus secretos guardados, confiésalos a aquel que te da la confianza, nuestro Señor, rompe hoy con los secretos del pasado con el cual muchas veces creemos que si los sacamos a la luz entonces te van a ver como un monstruo viviente, rompe hoy con la imagen distorsionada de ti mismo por cosas que te ocurrieron en el pasado, permitidas o no y se convirtieron en secretos del corazón.
La mayoría de las personas con dolor en el corazón y enfermedades en el cuerpo son las que experimentaron en el pasado violencia física, verbal, emocional y sexual no solo en si mismas sino que la vieron ocurrir en las personas que mas aman, su mamá, sus hermanos e incluso en sus propios hijos.
“Tus secretos guardados” siempre van a oprimir tu vida hasta tal punto que nunca podrás ser lo que quieres ser por andar aparentando alguien que no eres, revisa tus secretos, sácalos a la luz y Dios se encargará de perdonarlos y sanarlos, no cometas el error que cometieron tus ascendientes, porque, cuantas cosas hoy están viviendo tu y tus descendientes por causa de los secretos que guardaron tus padres, tus abuelos, tus bisabuelos, en fin… y llegaron a ti a través del ADN espiritual o del cordón de iniquidad y no es que pagues por lo que ellos hicieron, es porque repetiste sus historias y las guardaste como “secretos” que afectaron tu vida física, emocional, sexual, espiritual y lo peor de todo se esparció o se va a esparcir sino lo frenas hoy como verdolaga en playa en tus hijos, nietos, y hasta la tercera y cuarta generación.
La biblia registra un evento que sucedió en una familia entera por causa de uno solo llamado Acán, la historia del pecado de Acán, nos ayuda a entender, que cualquier pecado u obra infructuosa de las tinieblas, maldad e iniquidad que esté oculto en nuestra vida, hogar y familia produce muerte y destrucción ya que muchos que están aquí tienen objetos de maldición, de brujería y de hechicería guardados en sus enseres que son anatema en sus vidas, sus familias y sus descendencias; muchos han guardado secretos de sus ascendientes que están ligados a la oscuridad, a la maldad y a la iniquidad y aún no han sido confesados delante de Dios y vemos las generaciones siguientes contaminadas.
Vamos un poco a la historia del pueblo de Israel cuando Josué entra a la tierra prometida y comienzan las batallas con todos los enemigos que se encuentran allí, el primero de ellos la destrucción de Jericó. Jericó fue la puerta de entrada del pueblo de Israel a la Tierra Prometida.
Jericó era una ciudad amurallada, pero maldita; infestada de demonios, de brujería, de satanismo, de ídolos, de maldad, pero Dios la entregó en las manos de su pueblo Israel con una condición: “Que no podían quedarse con nada, ni siquiera tocar nada de aquella ciudad, solamente el oro y la plata y otros utensilios de metal, deberían entrar en el tesoro de Dios, tres cosas importantes:
El valle de Acor estaba destinado para Acán y su familia para muerte, pero para nosotros el pueblo de Dios, el valle de Acor se convierte en una puerta de esperanza: Hoy estamos en el valle de Acor, el lugar donde el pueblo de Dios se reconcilia con Dios, donde se elimina la maldad y la iniquidad, donde pasamos de las tinieblas a Su luz admirable, donde Dios vuelve a ser nuestro Dios y nosotros nos convertimos en Su pueblo..
Dios envió a su Hijo Jesucristo a la tierra, Jesucristo, y todo aquel que lo acepte como Salvador y Señor, lo hace la puerta de entrada al valle de Acor para que venga sanidad, libertad y salvación.
Jesús tomó todos los pecados e iniquidades, todos los secretos guardados en tu corazón, guardados en el corazón de tu familia, Su sangre preciosa fue derramada para que tu y yo pudiéramos reconciliarnos con Dios, Jesús hizo esto por ti para que recibieras otra naturaleza y pudieras vivir en libertad y sanidad y recibir la vida eterna. Su cuerpo sanó toda enfermedad de tu cuerpo, su espalda llagada llevó toda la enfermedad.
Por tal razón cuando tu atraviesas la puerta llamada Jesucristo, El dijo en Juan 10:9 “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”, entonces en el valle de Acor lo viejo muere y nace todo nuevo, la maldad, la iniquidad, el pecado es quitado, el pasado se destruye y viene un tiempo de esperanza y bendición y comienzan a cumplirse las promesas que Dios nos ha dado: Oseas 2:14-21.
Josué 8:18. “Entonces Jehová dijo a Josué: Extiende la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Y Josué extendió hacia la ciudad la lanza que en su mano tenía”, extiende la lanza que tienes en tu mano hacia HAI y todo escombro y basura que hay en tu corazón, todo lo oculto sale a la luz y al declararlo entonces todo juicio, toda condena, toda enfermedad, todo dolor, toda maldición y toda iniquidad se deshace, se quiebra, queda sobre piedras y piedras y lo llevamos a la cruz y allí se rompe de tu vida, tu hogar y tu familia en el nombre de Yeshua “El Mesías”.
Presenta tu vida, tu familia y tu descendencia ahora en el nombre de Jesús, porque hoy toda situación sin resolver será resuelta hoy el Señor se manifiesta como YHWH Rapha para sanar, YHWH Jireh para proveer, El Shadai para guardarte y esconderte bajo sus alas, Elohim para mostrar su poder en medio de tu vida, tu familia y tu descendencia, Adonai porque va a gobernar tus asuntos, Tsidkenu porque voy a remitir tus culpas, tus acusaciones, tus juicios y tus condenas porque yo soy tu justicia, Nissi porque voy a levant...