Antes de ir a la Luna, los astronautas del Apolo se entrenaron en varios lugares de la Tierra que se aproximaban mejor a la superficie lunar, como las regiones volcánicas de Islandia, Hawái y el suroeste de Estados Unidos. Para ayudar a prepararse para las próximas misiones robóticas y humanas de Artemisa, un banco de pruebas lunar "miniluna" recientemente actualizado permitirá a los astronautas y robots probar condiciones realistas en la luna, incluido un terreno accidentado y una luz solar inusual.


El Lunar Lab and Regolith Testbed en el Ames Research Center en California simula las condiciones en la luna en un entorno de alta fidelidad, lo que permite a los investigadores probar diseños de hardware destinados a la superficie lunar. Actualmente, el laboratorio se utiliza como entorno de prueba para las próximas fases del Programa Artemis, para realizar estudios sobre detección óptica y pruebas de perforación, y pruebas para técnicas de extracción e identificación de utilización de recursos in situ.