INTRODUCCIÓN
Hemos hablado en las previas enseñanzas
Que el ES nos consuela, ayuda y nos dirige dándonos poder para testificar de Cristo
Que el Avivamiento en Pentecostés fue el resultado de la promesa del ES dada por el Padre y por Jesucristo su hijo.
Que el resultado de la llenura del Espíritu Santo en los apóstoles y en medio nuestro fue manifestado y es manifestado por medio de las conversiones y bautismos en agua y que se traduce en una comunidad que tiene en común la Oración,la doctrina de Jesucristo, La Santa cena y la Comunión unos con otros (koinonia).
También hemos dejado en claro que el ES es una persona de la Trinidad de Dios con deidad, intelecto, emociones, eternidad y que su mayor propósito es crear el carácter de Cristo en el nuevo creyente regenerando su espíritu, sellándolo y bautizándolo en el Cuerpo de Cristo