Mateo 18:34.
El “Perdón” y el “Arrepentimiento” son esenciales para todo ser humano para llevar una vida victoriosa, nadie puede encontrar al Salvador sin que primero se ARREPIENTA, nadie puede ser perdonado sin que primero perdone, el perdón de DIOS debe producir en nosotros un espíritu perdonador.
De los 10 mandamientos que describe la Palabra CUATRO de ellos tienen que ver con nuestra relación con Dios, y SEIS de ellos con nuestra relación con el prójimo y contigo mismo.
El problema es que como seres humanos permitimos que el alma gobierne nuestra vida, ¿Y de que está llena de nuestra alma? En nuestra alma se almacenan todos los episodios buenos o malos que nos han ocurrido en el transcurso de nuestra vida y afectan de una manera positiva o negativa nuestra mente, nuestra voluntad y nuestras emociones.
Cuando en el transcurso de nuestra vida hemos vivido episodios de violencia, maltrato, abusos físicos, emocionales, sexuales, espirituales, deshonras, viene un espíritu inmundo llamado falta de perdón, que se introduce en nuestra alma y manipula todo nuestro ser.
Al convivir con ese espíritu, genera en nuestro ser consecuencias funestas y muchas veces irreversibles tales como: La amargura, la raíz de amargura, la ruina, la enfermedad y la opresión, estos entran a nuestras vidas a través de las puertas del dolor y se abren cuando el alma sufre un dolor profundo como son el rechazo, el abandono, las traiciones, humillaciones, agravios, vejaciones (maltrato emocional o físico); todo esto conduce al alma a lugares espirituales de cautividad.
A través del dolor el alma es conducida a regiones de tinieblas y somos sometidos a Verdugos espirituales que introducen en nuestra alma odio, Ira, Venganza, Violencia, resentimiento, introducen a nuestro cuerpo enfermedades como el cáncer, problemas en los huesos, problemas en el corazón, lupus, migrañas entre otras enfermedades donde somos afligidos y atormentados, creando profunda aflicción, angustia y confusión, son como ligaduras invisibles a las personas que nos han hecho daño.
En el libro de Mateo 18:23-30 Jesús refirió la parábola de los dos deudores, aquí vemos que se levantan dos espíritus inmundos, uno llamado la falta de perdón y otro llamado venganza; cuando no se satisface el deseo de venganza al nivel que nosotros queremos abrimos las puertas a enfermedades físicas tales como migraña, problemas en los huesos, cáncer, problemas digestivos; enfermedades sicológicas tales como la esquizofrenia, doble personalidad o “Trastorno de personalidad múltiple”, bipolaridad, el Señor llama a todo esto “Verdugos”.
Jesús dejó algunos principios fundamentales acerca de la venganza y el perdón:
Ministración: ¿Hoy vamos a perdonar toda deuda… y seremos perdonados de toda deuda, además cuando perdonamos obtenemos recompensa, Lucas 6:35 “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos”.
Un corazón que no perdona es un corazón no regenerado, porque siendo perdonado todo el tiempo por Dios, ¿Cómo es que no puede perdonar a su hermano/a?
La falta de perdón es considerada una enfermedad del corazón, tal vez es uno de los problemas más grande del ser humano y produce los más grandes problemas de salud mental, salud física y salud emocional y espiritual.
DIOS es un Dios PERDONADOR, que así como el rey se compadeció de un hombre que debiendo una gran cantidad de dinero que nunca podría pagar, le pide misericordia, y el rey le PERDONA TODO, el Señor canceló toda deuda que había contra nosotros en la cruz del calvario, por lo tanto nosotros debemos perdonar las deudas de nuestros deudores; por lo tanto lleva toda deuda a la cruz del calvario, lleva toda falta de perdón a la cruz del calvario, lleva toda consecuencia que ha causado en tu vida la falta de perdón a la cruz del calvario: Enfermedades, ruina física, emocional y espiritual….
Señor hoy coloco en la cruz del calvario los Verdugos espirituales que se han introducido en mi alma: Odio, Ira, Venganza, Violencia, resentimiento, hoy llevo a la cruz mis enfermedades /el cáncer, problemas en los huesos, problemas en el corazón, lupus, migrañas entre otras enfermedades donde somos afligidos y atormentados, creando profunda aflicción, angustia y confusión), hoy se rompen las ligaduras invisibles con las cuales me até a las personas que me hicieron hecho daño.
Hoy coloco en la cruz del calvario esos dos espíritus inmundos, uno llamado la falta de perdón y otro llamado venganza; Hoy llevo a la cruz del calvario toda enfermedad físicas tales como migraña, problemas en los huesos, cáncer, problemas digestivos; enfermedades sicológicas tales como la esquizofrenia, doble personalidad o “Trastorno de personalidad múltiple”, bipolaridad y declaro que el Señor me hizo libre, amen y amen.