Todas las culturas tienen formas muy peculiares de celebrar sus fiestas
nupciales “matrimoniales”…
● En algunas piden a los invitados que vengan de traje “traje la tarta, traje
la comida, traje las bebidas, traje la torta”
● En otras la pareja se encarga de poner todo lo que sea necesario para
una gran velada y recepción.
● Algunas bodas duran unos cuantos minutos, mientras que otras pueden
durar casi un día entero.
En la siguiente lectura veremos una boda ancestral de la cultura hebrea
donde Jesús, sus discípulos y su madre habían sido invitados.
Veamos esta historia y permitámonos aplicarla a estos 16 años de La Misión
CCDP y a nuestras vidas
1 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la
madre de Jesús.
2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la
purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres
cántaros.
7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta
arriba.
8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo
llevaron.
9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de
dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua,
llamó al esposo,
10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han
bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino
hasta ahora.
11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó
su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Juan 2:1-12.

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