Isaías 48:22.
Desde el comienzo hasta hoy, Dios contempla la tierra, como está escrito : “Los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él”, 2º Crónicas 16:9, pero aún más leamos Proverbios 15:3 : “Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos.”.
Nadie está fuera del alcance de sus ojos, Dios contempla a todos, pero hay una promesa especial para los que viven en el temor de Dios, el apóstol Pedro habla de los ojos del Señor y luego sus oídos; “Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.” 1º Pedro 3:12.
Salmos 139:7-8 : “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.”
Jeremías 23:23-24 : "¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?”.
Salmos 11:4 : “Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.”
Job 34:21-22 : “Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, Y ve todos sus pasos. No hay tinieblas ni sombra de muerte Donde se escondan los que hacen maldad.”. Tiene que quedar claro en tu vida espiritual cristiana, “No puedes mezclar lo Santo de Dios, con lo profano que hay en medio de tu vida, tu hogar y tu descendencia; son totalmente contrarios e incompatibles.
Ahora bien, tengo una frase que ha retumbado en mi corazón desde hace muchos años “Yo quiero todo lo que Dios quiere para mi y no me voy a conformar con menos”, Él dice en Su Palabra “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”, Jeremías 29:11.
Dios tiene mas para cada uno de nosotros, por lo tanto no tenemos que resignarnos a la enfermedad, a la ruina, a la pobreza, al dolor, a la tristeza, a la destrucción de nuestras familias y nuestros descendientes, todo lo que está sucediendo en medio de tu vida, tu hogar y tu descendencia el Señor lo puede transformar, tenemos que levantarnos por encima de las circunstancias, por encima de la tormenta hasta que algo suceda, hasta que algo se rompa, tenemos que batallar, que pelear, si aún las promesas de Dios no han llegado a tu vida, colócate en pie, batalla y pelea hasta que algo suceda.
Es un buen momento para levantar nuestra mano derecha al cielo y orar “Señor, devuélveme lo que necesito para completar mi propósito y arranca todo lo que el enemigo quiere quitarme, no me voy a rendir, voy a morir peleando, voy a pelear por lo mío, hoy vas a dar luz a los planes divinos de Dios.
Hoy es un buen día para :
Existen dos tipos de rompimientos que debemos de experimentar en nuestra vida, para que el Espíritu Santo haga en nosotros su perfecta voluntad y propósito para nuestras vidas, hogar y descendencia.
Promesas : Malaquías 4:2-3, Isaías 56:1, Isaías 55:5-6, Isaías 50:7-9, Isaías 51:22-23, Isaías 58:8-12, Isaías 52:12-17, Isaías 49:25, 2 Crónicas 20:17.