El ajetreo de las fiestas al fin del año nos distraen del motivo escandaloso de la celebración. Creer que en el momento apropiado Dios, el creador y sustentador de la realidad, se limitara encarnándose en un frágil ser humano, es elementalmente problemático. A la Iglesia le tomó casi un milenio enunciarlo sin entenderlo cabalmente y, aún en nuestros días, continuamos preguntándonos sobre le realidad y significado de la encarnación. La época de Adviento o Navidad en el calendario cristiano celebra ese misterio sin entender, a veces, beneficio que trajo a la humanidad. Quizá...