El fantasma Quememeo sigue haciendo travesuras, se la juega a Vicente mojando su cama y encima se esconde en el armario muerto de risa. Tanto se ríe y se ríe que también se mea allí. Pero Vicente lo pesca y le da su merecido Quememeo se lo pensará dos veces antes de volver a mojar su cama.
Escribe Andreu Galán e ilustra Luis Demano, publica la editorial Andana.