Isaías 11:2.
Si el ser humano pudiera entender completamente a Dios, Dios dejaría de ser Dios, el ser humano nunca podrá abarcar con su mente todo lo que es Dios, el libro de Job 11:7-8 dice “¿Descubrirás tú las profundidades de Dios? ¿Alcanzarás el límite de la perfección del Todopoderoso? Es más alta que los cielos; ¿qué harás? Es más profunda que el Seol; ¿cómo la conocerás?”. Lo único que te puedo decir es que Él es el mismo ayer, hoy y siempre y lo que cambia es la relación que Dios tiene con el hombre dependiendo de la relación que el hombre tiene con Dios.
El Señor permite que comprendamos todo lo que necesitamos saber de la Biblia para nuestra Salvación, sin embargo, hay temas complicados, que no se nos explican, y cuando lo intentamos hacer entonces el ser humano comienza a colocar sus propios conceptos, comienza a hacer conjeturas y a sacar sus propias conclusiones, que normalmente lo suelen llevar al error.
De modo que podemos adentrarnos en esos temas y llegar hasta donde El Señor a través de Su Palabra revelada nos lo permita.
En la Biblia encuentro 4 pasajes donde habla de los siete Espíritus de Dios:
Sin embargo en estos textos, vemos a tres individuos separados: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo. Está claro que son tres personas diferentes, pero con una unidad extraordinaria que no podemos alcanzar a comprender, porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 1 Juan 5:7.
El pasaje Bíblico de Isaías 11:1-2, es profético, referido al Señor Jesucristo 700 años antes del nacimiento de Jesús, donde se detalla el obrar del Espíritu Santo en sus diferentes formas y manifestaciones. No es que existan siete espíritus diferentes, sino que el Espíritu es el mismo, manifestado de diferentes maneras a través de dones o regalos.
Cada una de estas formas o manifestaciones del Espíritu Santo fueron detalladas para darnos una idea de lo que puede hacer, no sólo en la vida de Jesucristo, sino también en la vida de cualquier creyente cuando decide entrar a la presencia de Dios, descrito en Apocalipsis 4:1-6 y Apocalipsis 5:1-10.
En la Biblia el número “siete” significa “plenitud o algo que se ha completado”. Los siete cuernos representan “plenitud de poder”. Los siete ojos significan “plenitud de sabiduría”.
A la luz de lo que estamos viviendo en este tiempo se hace necesario que la Iglesia asuma la responsabilidad y la posición de autoridad para tomar, vivir y manifestar esos 7 Espíritus de Dios, ya que está claro que fueron enviados sobre la tierra. Apocalipsis 5:6.
Es conveniente recordar que el Espíritu Santo es la continuación de la obra de Dios sobre la tierra, en un momento de su ministerio Jesús dijo que era conveniente que él se fuera, Juan 16:7-11, para poder enviar al Consolador, al “Parakletos”, palabra griega que significa “alguien que está al lado para ayudar”. Todos ya sabemos que esto se cumplió el día de Pentecostés cuando el Espíritu Santo fue derramado, la Iglesia fue establecida y la Era del Espíritu Santo comenzaría y continuaría vigente hasta nuestros días.
Veamos entonces, cada una de las manifestaciones del Espíritu Santo en forma detallada, y que el Señor nos de entendimiento del alcance de lo que él puede hacer en nuestras vidas y en la Iglesia de Cristo: