Mateo 15:22-28.
Oseas 4:1, 6, Jeremías 15:19, 1ª Corintios 10:1-12, Efesios 2:1-2.
El problema: Analfabetismo espiritual traducido en:
Basamos nuestra doctrina en conceptos y datos interpretados por hombres, plasmados en libros, predicaciones, visiones, temas mediáticos que acomodan el contenido bíblico y doctrinal a sus propias enseñanzas y necesidades. Sin discernir la procedencia de las enseñanzas que han recibido y sin crítica, repiten sin cesar lo que aprendieron en uno más talleres, seminarios, retiros o encuentros.
Nos hemos convertido en religiosos incapaces de comprender y discernir la anchura, profundidad y altura de “todo el consejo de Dios” revelado en las Sagradas Escrituras, existe, una especie de bloqueo hacia la verdad de Dios en toda su máxima expresión. El mayor enemigo de un creyente es aquel cuyo pensamiento no puede ser transformado. 1ª Corintios 10:1-12.
Y lo más generalizado: No somos capaces de ser prácticos, testimonios vivos de Jesucristo, para lo cual tenemos que “cavar y ahondar” a fin de encontrar la roca firme que servirá de fundamento para sus vidas, hogares y descendencias y arrancar toda raíz que produce frutos de maldición, pecado e iniquidad que no solo afecta nuestras vidas sino también de nuestras descendencias. Lucas 6:46-48, 1ª Corintios 3:11.
Todo esto es la falta de crecimiento espiritual, la cual nos lleva a ponernos de acuerdo con todo lo oscuro y contaminado del mundo, introduciéndolo a nuestras vidas y llevando destrucción a todo lo que Dios nos ha entregado que es nuestra tierra.