Santiago 5:16, Mateo 6:5, Números 6:22-27, 1 Crónicas 4:9-10.
Quiero comenzar con una pregunta… ¿Existe una forma o manera específica de orar? y que a través de la oración podamos tocar su corazón par que la oración sea escuchada?.
Cuando recorro la Biblia veo que Dios escuchó a ciertos hombres y mujeres que decidieron levantar su voz en oración y lo que pidieron les fue concedido, por ejemplo Jabes hizo una oración específica y su voz fue escuchada por el Altísimo y le concedió lo que pidió 1 Crónicas 4:9-10.
En el libro de Mateo 6:5-15 encontramos la oración del Padre Nuestro… Mire con lupa lo que dice la Biblia en el libro de Mateo 6:6, hoy vamos a enseñarlas a nuestros próximos, a los cercanos a los que están a nuestro alrededor: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
No hay métodos en Dios, Hebreos 4:16 “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
Como vemos toda palabra que expresemos al Señor es con el fin de encontrar alguna respuesta a nuestras necesidades, pero… hay una oración que salió de la boca de Dios para entregarla a su pueblo, se encuentra en Números 6:22-27; al salir de la boca de Dios se convirtió en una oración poderosa, diría yo sobrenatural que al ser pronunciada por el mismo YHWH y declarada por el sacerdote al pueblo ocurrieron cosas increíbles:
Dios quiere involucrarse en tu historia para propósitos futuros y para que eso ocurra necesita encontrarte, encontrar un corazón dispuesto a hacerlo, si tu permites que Dios dirija tu historia entonces tu futuro será de bendición, y lo vemos en la palabra con Noé, Abraham, Moisés, David, con cada uno de ellos Dios hizo un pacto y los pactos siempre contienen promesas que te llevan a un futuro seguro, 2º Corintios 1:20 “porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios”.
El problema no es Dios, el problema eres tu y soy yo, que siempre buscamos lo pasajero, lo inmediato, y no vemos lo eterno todo lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas, hogar, familia y descendencia.
“Hoy vamos a acercarnos a Dios: Aquí estoy Señor, quiero que me encuentres, quiero hallar gracia ante tus ojos, quiero obedecerte y hacer tu voluntad porque tu voluntad para mi vida, mi hogar y mi descendencia es buena, agradable y perfecta, hoy te entrego mi vida y mi familia, te entrego mi descendencia, porque somos parte de tu pueblo escogido, tu remanente, somos un pueblo de sacerdotes y gente apartada para ti, Señor me has entregado promesas no solo para bendecir mi vida y mis descendientes, sino también para bendecir las familias de la tierra y sus descendientes y he anhelado oír, guardar y obedecerte, Señor yo creo en ti y en las obras que tu haz hecho desde el comienzo hasta ahora, y se que las haremos aún mayores, Señor habla al oído a nuestro Padre acerca de cada propósito que tienes para cada uno de nosotros, de cada petición que esta en cada corazón, y en tu nombre, se que lo harás, para que el Padre sea glorificado en ti, Señor, Señor lo pedimos en tu nombre Yahshua el mesías…”. Números 6:24-27.