Ilustración
Un mayordomo de una compañía de construcción se esmeraba mucho
para que las casas que su jefe le mandaba a construir fueran de
máxima calidad y excelentes acabados.
Un día su jefe le dejo que saldría de vacaciones y que a su regreso le
gustaría hablar con él ya que deseaba cerrar la compañía y que por
favor le construyera una última casa y luego a su regreso arreglaban
cuentas.
El mayordomo se sintió desmotivado ante tal noticia y decidió construir
la casa con la peor materia prima y sin ningún tipo de garantía, pero
bien maquillada.
Cuando su jefe llegó de vacaciones lo citó para pagarle y de regalo por
los años de trabajo le obsequió al mayordomo esa última casa.
9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo
segaremos, si no desmayamos.
10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y
mayormente a los de la familia de la fe.
11 Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano.
Gálatas 6:9-11
Hoy continuamos con la 18va enseñanza de las parábolas de Jesús.
Y le pido que me permita tratar de aceptar esto bien en su corazón: que
Dios es el Dios fiel dueño de todo y nos llena de virtudes, talentos,
capacidades, habilidades y oportunidades para esta vida.
Nosotros somos administradores o mayordomos, pero no dueños.
Todos estamos llamados a hacer uso de los dones y talentos y hemos
de rendir cuentas por lo que se nos ha encomendado.
14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose
lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno
conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
16Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y
ganó otros cinco talentos.
17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.
18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió
el dinero de su señor.
19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y
arregló cuentas con ellos.
20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco
talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí
tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.
21Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido
fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor,
dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos
talentos sobre ellos.
23Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel,
sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo:
Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no
sembraste y recoges donde no esparciste;
25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí
tienes lo que es tuyo.
26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías
que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.
27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir
yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.
28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene,
aun lo que tiene le será quitado.
30Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el
lloro y el crujir de dientes.
Mateo 25:14-30