1 Samuel 7:10b.
Dios está llamando a su pueblo a volver a Él, al primer amor, al ayuno, a la oración, a la guerra espiritual y nosotros tenemos que avanzar. La iglesia en este tiempo se ha detenido por el temor y el único temor que debemos tener es el temor de Dios y el que le teme a Dios no le teme al hombre.
El enemigo ha querido detener la iglesia, ha querido apartar al hombre de Dios y envió su zarpazo, y no podemos permitirlo, es el tiempo de avanzar, de crecer, de levantarnos y volver a Dios; El va delante de su pueblo, delante de la Iglesia del Dios viviente, por lo tanto es el tiempo de la venganza, es el tiempo de arrebatarle al enemigo nuestras vidas, familias y descendientes.
Tenemos que levantarnos como guerreros valientes para combatir, el Señor nos va a dar la victoria, no hay autoridad que se levante contra la autoridad máxima del cielo, vamos a pelear hasta que la espada se nos quede en la mano así como está escrito en 2 Samuel 23:9-10, esto mismo tiene que pasar con nosotros, “El Reino de los Cielos sufre violencia y lo violentos lo arrebatan”.
Tenemos que convertirnos en guerreros espirituales que arrebatan el reino para ver la gloria de Dios, que no tenemos temor sino fe, que no nos intimidemos ni nos amedrentemos, tenemos que convertirnos en guerreros que desafían las tinieblas y la oscuridad que está cubriendo el mundo, guerreros que entendemos que mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo, que ninguna arma contra nosotros prosperará, que caerán a mi lado mil y diez mil a mi diestra pero a mi no llegará; es el tiempo de salir de la bancarrota espiritual, emocional, física y económica.
Dios necesita hombres y mujeres que se levanten a pelear la batalla; La Palabra en Proverbios 27:18 dice “El que cuida de la higuera comerá de sus frutos y el que vela por los intereses de Su Señor, recibirá honra”, hay una honra que viene por la valentía de defender lo que Dios defiende.
Uno de los grandes enemigos del pueblo de Israel son los Filisteos, desde que el pueblo de Israel conquistó la tierra prometida siempre se levantaron los Filisteos para oprimirlos y someterlos el caso de Samgar en el libro de Jueces 3:31, Sansón en el libro de Jueces 16:30, en lo tiempos del profeta Samuel; 1 Samuel 7:3-14, en 1 Samuel 13, en 1 Samuel 17 es el momento en que los Filisteos envían a Goliat a oprimir al pueblo de Israel y Dios levanta un joven llamado David.
A lo largo de nuestra vida, muchas veces tenemos que enfrentarnos a situaciones difíciles e imposibles de superar humanamente hablando.
Estas situaciones vienen con una sola misión: Eliminarnos de nuestra carrera espiritual a fin de que perdamos las bendiciones de Dios y el desviar el propósito que Dios tiene para tu vida, tu hogar y tu descendencia.
Estos gigantes (que representan nuestros problemas, dificultades, situaciones difíciles e imposibles de la vida cotidiana)** en realidad no merecen llamarse gigantes, pues la Palabra de Dios nos enseña que existe Uno sólo llamado el Poderoso Gigante, que está de nuestro lado, Jeremías 20:11.
Cualquiera que sea los gigantes como que estemos enfrentando (escasez, enfermedad, infelicidad matrimonial, falta de perdón, ira, amargura) Todo aquello que veas más grande que tu, se caracterizan por:
Escucha esto:
Como vencer los gigantes:
Ahora mete tu mano en el zurrón toma la piedra y lánzala con la honda, hoy se derriba ese gigante que no nos permite avanzar, crecer, prosperar, recibir las bendiciones de Dios, hoy le clavamos la espada y le cortamos la cabeza. David enfrentó al gigante en el Nombre del Dios de poder (v. 45- 47).