Éxodo 14:16
¿Tiene Dios un plan para mi vida mejor que el mío? En Jeremías 29:11, “Porque yo se los Planes que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, Planes, de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”; Dios ya tenia un plan perfecto para que vivieras una vida de bendición; aún desde el vientre de tu madre, Salmos 139:16, Jeremías 1:5, por tal razón este es el momento de retomar ese propósito y romper con el despropósito, con tu vida pasada, con los lazos, con las ataduras y ligaduras que aún se encuentran en tu vida, arrancar con todo lo que el mundo te tiene en esclavitud, para abrir camino hacia la libertad y hacia el cumplimiento de las promesas que Dios tiene para tu vida, tu familia y tu descendencia, Jesús lo declaró “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”, Lucas 9:62.
Quiero enseñarte tres puntos importantes:
Esto que acabé de explicar ocurrió con los hijos de Israel en los tiempos del Éxodo cuando Dios saca a Su pueblo de Egipto con mano fuerte, delante de la mirada atónita de Faraón y los Egipcios, y todo porque Egipto no era el destino final para el pueblo de Dios.
Eran tiempos difíciles para el pueblo de Israel ya que gemían a causa de la esclavitud, y la única opción que tenían era clamar; y dice la palabra que el clamor de ellos subió a Dios por causa de su esclavitud…
Pero aquí ocurre lo sobrenatural, dice la palabra en Éxodo 2:24-25:
Habían pasado muchos días desde que los hijos de Israel salieran de la tierra de Egipto y se encontraron frente el mar Rojo. Aquí me quiero detener un poco, porque muchos de nosotros estamos en ese dilema, tomar decisiones firmes que nos lleven a la verdadera libertad en Cristo o seguimos en medio de la esclavitud de Egipto; y esto te tiene que quedar claro, “La salida del pueblo de Israel de tierra de Egipto no significaba su liberación total, Faraón fue tras ellos y los encontró, no para destruirlos sino para devolverlos a la esclavitud”.
Frente al Mar Rojo, el pueblo estaba rodeado de peligros, atrás el ejercito de una nación que lo había esclavizado durante y poco más de 400 años, a los lados montañas rocosas imposibles de escalar y al frente un inmenso mar, un pueblo confundido, maldiciente, que reclama a gran voz y con gran desesperación, muchas veces nos encontramos en esa misma situación en nuestra vida, hogar y familia, no tenemos opciones: Area física, emocional, económica, sexual, familiar y espiritual totalmente destruida por los conceptos del mundo introducidos en nuestra mente y nuestro corazón, por tal razón debemos prepararnos para recibir las instrucciones de Dios, ejercitar el dominio propio y la templanza para que no nos controlen las emociones, no podemos tomar decisiones por necesidad, debemos tomar decisiones por propósito, debemos ser esforzados y valiente, debemos ponernos firmes en el Señor.
Hoy el Pueblo de Dios está siendo perseguido, agobiado, influenciado por el mundo y el poder de las tinieblas, por tal razón levantamos nuestras manos y abrimos nuestra boca para declarar: “Nadie nos podrá hacer frente en todos los días de nuestra vida; te aplastamos con nuestros pies”, nuestra protección es estar bajo las alas del omnipotente, mientras tu seas parte del Pueblo de Dios las maldiciones que te lanzan y los ataques que lleguen a tu vida se convierten en eslabones de victoria, recuerda que no se nos ha dado espíritu de temor, sino de amor, poder y dominio propio.
En Éxodo 14:10 la palabra dice “Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová”. Moises declara dos palabras proféticas en Éxodo 14:13-14”, pero Dios da una orden a Moisés: “¿porque clamas a mi?, Di a los hijos de Israel que marchen, y tu alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco”, Éxodo 14:15-16.
Tenemos que levantarnos para que Dios abra el camino, para que separe las aguas y podamos pasar en seco, es el tiempo de marchar como luz en medio de las tinieblas, es tiempo de salir al campo de batalla por nuestras vidas, nuestras familias y nuestros descendientes para que todos los que están a nuestro alrededor le crean a Dios, es tiempo que nuestro hogar refleje seguridad en Cristo.
En el libro de Éxodo 3:7-8: