En el capítulo 28 del libro de Deuteronomio se dictan dos caminos a
seguir…El camino de la bendición y el camino de la maldición
● Dios en su soberanía y bondad nos ha dado el privilegio de
escoger entre el bien y el mal.
● Por lo regular el ser humano termina haciendo lo malo y viviendo
vidas de esclavitud y parálisis espiritual y emocional.
● Una vez Jesús se acerca a nosotros y nos llama hacia él entonces
nos da vida y nos capacita para vivir vidas libres, con propósitos
celestiales y vidas de poder sobre las tinieblas.
Veamos pues el caso de un hombre paralítico por 38 años, una vida
entera y su invitación a sanarse y seguir los consejos de Jesús.