Imaginen que un día en la puerta de su casa, su hija es atacada con ácido sulfúrico causándoles quemaduras de segundo y tercer grado en la cara, el cuello, el brazo y la pierna; además y como consecuencia del mismo ataque, tiene la pérdida del ojo derecho. Difícil de imaginar verdad? Pues eso es precisamente lo que le ocurrió a mi invitada de hoy, Blanca Elena Aguilar Huerta y su historia es conmovedora y ejemplar, por eso quiero compartirla en este espacio con ustedes. No se la pierdan.