Hay miles de empresas en el mundo, y miles de personas emprendedoras y con ganas de éxito. Sin embargo, para que una empresa sea realmente exitosa, yo pienso que debe tener un compromiso social que ayude a mejorar nuestro entorno y que tenga la capacidad de aportar, aunque sea un granito de arena, a un mejor entorno para nuestro mundo.
Aun reconociendo que el mundo es desigual y asimétrico, el trabajo nos solidifica como personas, se vuelve parte integral de nuestras vidas, nos identifica con quienes somos y nos permite utilizarlo como una maravillosa experiencia de vida, o como un simple deber, la decisión es nuestra. Y precisamente porque hoy quiero compartir con ustedes un ejemplo de lo que la amistad, el deseo y la ilusión pueden lograr, es que tenemos a nuestras invitadas de hoy. Ellas son Daniela Barroso y Sol Legorreta, dos chicas jóvenes emprendedoras a las que yo personalmente admiro por su entrega y compromiso al bienestar social, y por eso precisamente las invité para que nos sirvan de ejemplo.