En este sermón, Ningún Rey sino Jesús, consideramos cómo la sabiduría de Eclesiastés nos ayuda a encontrar nuestro lugar en la historia de la redención que se va desarrollando. Con claridad y convicción, trazamos un cambio de pacto: bajo el Antiguo Pacto, el trono pertenecía a David; bajo el Nuevo Pacto, pertenece a Cristo. Este cambio redefine nuestra ciudadanía, llamándonos a vivir como exiliados y peregrinos en un mundo que no es nuestro hogar. En lugar de intentar resucitar una Nueva Cristiandad o recuperar el dominio terrenal, somos llamados a una presencia fiel—sometiéndonos a las autoridades gubernamentales, honrando al rey, pero rindiendo lealtad suprema al Rey de reyes. Mientras esperamos el regreso de Jesús, aprendemos a destronar nuestras esperanzas mal ubicadas y a vivir sabiamente bajo el reinado de Cristo, quien es el único que ocupa el trono para siempre.<br><br><strong>Time:</strong><br>Afternoon<br><br><strong>Minister:</strong><br>Rev. Taylor Kern<br><br><strong>Texts:</strong><br>Ecclesiastes 7:25—8:9<br><br><strong>Series:</strong><br>Español