Louis Braille fue un niño que a los 5 años de edad perdió la vista como consecuencia de un accidente en la talabartería de la familia. Con el apoyo de sus profesores logró entrar a la escuela para Jóvenes Ciegos de París a los 10 años y ahí no solo aprendió sobre todas las materias, sino que mejoró el sistema de lectura y escritura gracias a su acercamiento con un oficial del ejército francés llamado Charles Barbier, quien le enseñó la “escritura nocturna”, técnica que usaba relieves y que ayudaba al ejercito a dar instrucciones durante la noche.