A nuestro regreso de sudamérica lo que queríamos era viajar. Una oportunidad para explorar la vida minimalista y nómada. La vida convencional y el cúmulo de cosas no nos había hecho felices. Así que aprendimos a decir adiós, soltar y fluir con la vida, que todo va y viene y las cosas son impermanentes. Nuestra primer viaje transcurrió por Francia con solo el permiso de conducir de Inma. A nuestro regreso le da un ultimátum a Julien que no lo tenía todavía, tenía miedo. Así que se saca el permiso en inglés en España para seguir viajando.