En el año 2006, la activista afro americana Tarana Burke acuñó la frase me too como una manera de solidarizarse frente al abuso sexual que sufrió una niña de 13 años. Diez años después, la actriz Alyssa Milano llevó la idea de Burke a las redes sociales y pidió que cualquier mujer que hubiera sido víctima de acoso que pusiera esas dos palabras en sus twitters y Facebooks logrando un fenómeno viral. La iniciativa de Milano logró que cientos de mujeres pertenecientes a la industria cinematográfica denunciaran al productor Harvey Weinstein, logrando así un fuerte impacto mediático. Me aventuraría a decir que desde que este movimiento se tomó las redes, las palabras acoso y abuso se han vuelto parte de la discusión pública. Sin embargo, no ha sucedido lo mismo con otras experiencias que atañen al cuerpo de la mujer y que aún siguen siendo consideradas tabú.¿De qué manera la no conversación sobre masturbación femenina, menstruación y deseo sexual moldea relaciones verticales en donde los hombres creen tener la potestad del cuerpo de sus parejas? ¿Cuál es la importancia de una educación sexual enfocada hacia la exploración del cuerpo femenino y no a su castigo? ¿De qué manera las redes sociales han contribuído a la desinformación sobre sexualidad? Hoy en Womansplaining: el cuerpo femenino.